(http://www.thinkingheads.com/conferenciantes/theo-jansen)
Conocido como el Leonardo Da Vinci del siglo XXI, el holandés Theo Jansen se ha dedicado en cuerpo y alma a crear una nueva forma de vida durante las dos últimas décadas. Sus strandbeest (bestias de playa) parecen tan orgánicas y reales que de lejos se confunden con inmensos esqueletos de dinosaurios prehistóricos.
Sin embargo, están realizados a partir de materiales tan simples como tubos de plástico o cinta adhesiva. Sin necesidad de motores ni ningún tipo de ayuda tecnológica, Jansen hace que estas gigantes estructuras cobren vida; tan sólo requieren de la fuerza del viento y la arena de la playa. La ingeniería, la biomecánica y el arte se fusionan en la sorprendente obra de Theo Jansen, llevando el concepto de escultura cinética a su más alto nivel.
Todo el que observe por primera vez la belleza de una de estas esculturas desplazándose por la arena entenderá de inmediato que el trabajo de este ingeniero, científico y artista es algo muy especial. Este genio holandés estudia la historia de la evolución biológica para dotar a sus nuevas generaciones de criaturas de habilidades cada vez mayores. Él mismo establece eras o periodos para sus “bestias”, que evolucionan como si de verdaderos dinosaurios se tratase.
“Las barreras entre el arte y la ingeniería sólo existen en nuestra mente”
Al más puro estilo de Darwin, Theo Jansen hace que sus criaturas sean cada vez mejores y estén mejor preparadas para acondicionarse a su hábitat. Las strandbeest se conciben a través de una simulación mediante ordenador, donde compiten entre sí por ser las mejores. Jansen escoge a los que más posibilidades tienen de sobrevivir y las transforma en figuras tridimensionales. Las figuras que mejor funcionen donarán su “ADN” (estructura básica de las “bestias”) a las futuras generaciones, a través de un proceso de hibridación y evolución darwiniana. La evolución ya va por la séptima generación de strandbeest. Pero Jansen aún persigue un sueño: que sus creaciones sean capaces de sobrevivir y pensar por sí mismas, sin ningún tipo de intervención humana.
Tras abandonar sus estudios de Física en la Universidad de Delft (Holanda), Theo Jansen comenzó a mediados de los 70 a trabajar como pintor. Posteriormente, se comenzó a interesar por áreas como la robótica o la aeronáutica. Sus primeras invenciones fueron su “UFO” (OVNI), una aeronave con forma de platillo volante con la que tenía atemorizados a todos los habitantes de la ciudad holandesa de Delft, y su “máquina de pintar”, un robot que hacía grafitis sobre una pared. Así dio Jansen sus primeros pasos en el terreno de la innovación, y con los que demostró su sobrada habilidad para aplicar los conocimientos de ingeniería a diferentes proyectos artísticos, logrando una fusión asombrosa entre arte y técnica.
A comienzos de los años ochenta, Jansen comenzó a crear programas de simulación algorítmica de vida artificial, y en este momento es cuando se gesta lo que posteriormente se conocerá como strandbeest, ya que su interés por diseñar organismos vivos y autónomos a través de software le llevó a iniciar esta serie de esculturas cinéticas, dotadas de una espectacular elegancia de movimientos y que llegan a superar los diez metros de altura. Este proyecto le ha proporcionado un amplio reconocimiento a nivel mundial, traspasando su fama todas las fronteras imaginables.
“Fabrico esqueletos que son capaces de andar sobre el viento”
En los últimos años, el genio holandés ha exhibido su obra por algunos de los museos más prestigiosos del mundo, como el Centraal Museum de Utrecht o Kunsthal en Rotterdam. En 2006, sus esculturas fueron aclamadas en Trafalgar Square y en el Institute of Contemporary Art, en Londres. Su fama ha dado la vuelta al mundo, llegando hasta Taipei (Taiwán). El empujón definitivo y con el que logró un amplio reconocimiento popular fue el anuncio que rodó con la compañía automovilística BMW. También ha impartido multitudinarias charlas en Estados Unidos y Europa.
Entre otros galardones, este holandés ha recibido el Premio Especial del Jurado en Ars Electronica 2005. Desde hace más de diez años, Jansen es colaborador habitual del periódico holandés Volkskrant. Una persona con gran experiencia, que ha trabajado en un gran número de campos del saber y que ha lograda un amplio reconocimiento a escala mundial gracias a sus trabajo de las últimas décadas.
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