Ojalá que este 2012 que nos va a entrar así, de golpe, sin apenas haber tenido tiempo para despedirnos del viejo 2011 –¡tan lozano hace apenas unos meses, unos días, unas horas...!–, nos encuentre llenos de pasión, nada indiferentes, nunca claudicados. Y si esa pasión se traduce en com-pasión, entonces no habrá crisis que se nos resista, frontera que nos detenga o abrazo que se nos guarde en la intención. La compasión todo lo puede, con ella todo es posible, sin ella todo es miseria.
¡Te deseo un apasionado y compasivo 2012!
Y para que vayas abriendo apetito, te coloco un vídeo sobre la canción "Esperanza", del eterno e inolvidable Facundo Cabral.
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