sábado, 9 de mayo de 2015

LOS INMIGRANTES SE HUNDEN, LA HIPOCRESÍA FLOTA

Si no hay muertos, no hay noticia. Aún más: si no hay gran número de muertos, no hay noticia. Todavía más: si no hay gran número de muertos "a la vez" y "geográficamente localizados", no hay noticia. Y lo último, ¡de verdad!: si no hay gran número de muertos "a la vez", "geográficamente localizados" y con una periodicidad lo suficientemente amplia como para no "cansar" a los receptores, no hay noticia.
El hecho de que muriese uno o dos inmigrantes cada día al cruzar el Mediterráneo, no sería noticia; pero que mueran cientos de ellos en un sólo día, y más si van en una sola barca, sí lo es. Que mueran 20000 personas de hambre cada día en muchos países empobrecidos, resulta demasiado frecuente –cada día– y bastante deslocalizado –muchos países– como para ser noticia. Nosotros no estamos dispuestos a "amargarnos" la existencia diaria con semejantes noticias y, simplemente las ignoramos; por lo que no nos exigimos ningún tipo de cambio para evitarla, ni se lo exigimos a nuestros políticos. Con las catástrofes "evitables" –las "naturales" tampoco incomodan demasiado a nuestra conciencia– de baja frecuencia, si que solemos incordiar a nuestros políticos para que hagan algo, no sabemos qué, pero "algo". Tras el "chute" ético de la primera semana del desastre, los medios de comunicación callan, los políticos se calman y nosotros nos olvidamos.