jueves, 9 de octubre de 2008
LAS MESAS NO SE LLENAN CON PROMESAS
A continuación coloco una carta de mi amigo Chema Medina, presidente de la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo del estado español con motivo de la campaña "UNA PROMESA NO ALIMENTA. POBREZA CERO". Vale la pena detenerse a leerla y a preguntarnos qué podemos hacer cada uno de nosotros, de nosotras, para erradicar lo antes posible este holocausto diario.
A finales de los años 60, el Banco Mundial encargó un informe que fue publicado en 1969 con el título “El desarrollo, empresa común”, cuya dirección estuvo a cargo del economista, premio Nobel y ex-primer ministro canadiense Lester Pearson; a su juicio el objetivo de la cooperación al desarrollo debía ser “reducir las disparidades, suprimir las injusticias y ayudar a los países más pobres a entrar, por su propia vía, en la época industrial y tecnológica, de suerte que el mundo no se divida de modo cada vez más tajante en ricos y pobres, privilegiados y menos privilegiados”.Para ello planteaba una nueva estrategia de ayuda al desarrollo resumida en 10 puntos, uno de los cuales era el aumento de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) hasta alcanzar el 0´7 % del PIB de los países donantes. Este compromiso fue formulado en el seno de Naciones Unidas a comienzos de los 70. Después de casi 40 años solamente 5 países han llegado a ese compromiso del 0’7%. La realidad es que en los últimos años la AOD del conjunto de países donantes ha disminuido.
Los gobiernos de los países ricos han hecho desde entonces muchas promesas de lucha contra la pobreza, pero casi todo ha quedado en realizaciones parciales cuando no en incumplimientos totales, fundamentalmente por la falta de voluntad política para adoptar las medidas necesarias y destinar los recursos suficientes.
El 8 de septiembre del año 2000, 189 jefes de Estado y de Gobierno, reunidos en una Cumbre convocada por Naciones Unidas, firmaron la Declaración del Milenio. En ella, entre otras cosas, se comprometían a trabajar en los siguientes 15 años sobre un conjunto de objetivos para lograr reducir la pobreza. Son los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que suponen una síntesis y relanzamiento de algunos de los principales compromisos internacionales de lucha contra la pobreza realizados en las décadas anteriores.
Estos objetivos solamente pueden interpretarse como compromisos de mínimos: es lo mínimo que la comunidad internacional debe garantizar antes de 2015 en el esfuerzo común de lucha contra la pobreza. Sin embargo, como ha podido verse en la cumbre de Naciones Unidas celebrada el mes pasado para hacer seguimiento de estos ODM, esos mínimos no se van a alcanzar.
En estos años se han prometido más cosas; los países desarrollados hicieron en el año 2002 en la Cumbre de Monterrey unas promesas de incremento de la ayuda al desarrollo, pero tampoco se han cumplido. El G-8, los países más ricos y poderosos de la tierra, reunidos en Gleneagles hace tres años, hicieron una serie de promesas, especialmente orientadas a Africa, pero de todo aquello no se ha cumplido ni la mitad.
Las promesas importantes, las que valen de verdad, no son las que se hacen sino las que se cumplen. Las promesas no dan de comer; aunque en el año 1996 los países miembros de la FAO se comprometieron a reducir a la mitad el número de personas hambrientas, la realidad es que esa cifra ha ido aumentando año por año, y que sólo en este último año ha aumentado en unos 75 millones de personas, acercándose ya a los mil millones en situación de hambre. Las promesas no les dan de comer.
Hace falta presionar a los grandes decisores políticos y económicos a nivel mundial para que cumplan lo que han prometido reiteradamente. Hace falta que cada una de esas personas que tiene en sus manos decisiones que afectan a la vida o la muerte de millones de seres humanos sepa que nuestra sociedad no quiere más promesas, sino realidades, cumplimientos, resultados. Y para eso haces falta tú, y tú, y él, y yo… hacemos falta todas aquellas personas a las que no nos gustan las promesas incumplidas, a las que nos duelen el hambre y la pobreza de cada ser humano.
Entre el 13 y el 17 de octubre celebramos la semana de movilización contra la pobreza, y la celebremos en todo el mundo. Multitud de ONG, de movimientos sociales, de personas solidarias en muchos lugares de muchos países de todos los continentes van a hacer oír esta voz que clama por el cumplimiento de las promesas. También en muchos lugares de la geografía española hay gente comprometida que está organizando multitud de actividades de sensibilización y de movilización para hacer resonar este mensaje: las promesas hay que cumplirlas. Especialmente queremos que el día 17 sea un día que tenga un gran eco en esta reclamación, y para eso necesitamos a todos los hombres y mujeres sensibles con esta causa para que unamos nuestra voz y hagamos llegar con contundencia este mensaje a los líderes mundiales.
El 17 de octubre no te quedes en casa; sal a la calle y reclama el cumplimiento de las promesas. Únete a todos los que pensamos que la actual crisis económica, financiera y alimentaria afecta de forma mucho más intensa a los más vulnerables. Suma tu presencia y tu voz a este clamor global de lucha contra la pobreza. Os invitamos a participar en las manifestaciones contra la pobreza que habrá en diversos lugares de España el día 17 de octubre. En decenas de localidades españolas se están organizando actividades y movilizaciones; puedes encontrar información en la web www.rebelatecontralapobreza.org
A cada persona que esté leyendo este mensaje, a quienes no sois indiferentes ante esta realidad, os pedimos vuestro respaldo, vuestro compromiso personal; que tengáis presente en vuestro día a día la posibilidad de ejercer vuestra solidaridad, y os pedimos también que hagáis público ese compromiso ante nuestra sociedad y ante los gobernantes mundiales saliendo a la calle el próximo 17 de octubre. Las promesas son para cumplirlas, y hay que reclamarlas.
José Mª Medina Rey
Presidente de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de España
He then put a letter from my friend Chema Medina, president of the Coordinating Committee on Nongovernmental Organizations for Development of the Spanish state during the campaign "A PROMISE NOT FEED. POVERTY ZERO." It is worth stopping to read it and ask ourselves what we can do each of us, for us, as soon as possible to eradicate this holocaust diary.
At the end of the 60s, the World Bank commissioned a report which was published in 1969 under the title "The development, joint venture, whose address was given by an economist, Nobel laureate and former Canadian Prime Minister Lester Pearson, to his view the goal of development cooperation should be "to reduce disparities, remove injustices and to help poorer countries to come on their own path in the industrial and technological era, so that the world is not divided so increasingly blunt in rich and poor, privileged and underprivileged. "To this raised a new strategy of development aid was summarized in 10 points, one of which was the increase in Official Development Assistance (ODA) to reach 0 '7% Of the GDP of donor countries. This commitment was made within the UN at the beginning of the 70s. After nearly 40 years, only 5 countries had reached such a commitment of 0.7%. The reality is that in recent years, ODA from donor countries as a whole has declined.
The governments of rich countries have made since then many promises to combat poverty, but almost everything has been achieved in partial if not total failures, mainly because of the lack of political will to take the necessary measures and allocate sufficient resources.
On September 8 2000, 189 heads of State and Government, meeting at a summit convened by UN, signed the Millennium Declaration. In it, among other things, they pledged to work in the following 15 years on a series of targets for reducing poverty. They are the Millennium Development Goals (MDGs), reflecting a synthesis and relaunch some of the major international commitments to poverty reduction achieved in previous decades.
These objectives can only be interpreted as a minimum commitments: it is the least that the international community should ensure by 2015 in the common effort to combat poverty. However, as has been seen at the UN summit held last month to keep track of these MDGs, such minima are not going to achieve.
In these years things have been promised more, with the developed countries did in 2002 at the Monterrey Summit a few promises of increased development aid, but have not been met. The G-8, the richest and most powerful countries on earth, meeting in Gleneagles three years ago, made a series of promises, especially oriented to Africa, but everything has not been met either half.
The promises important, the worth of truth, are not being made but those are met. The promises do not eat, but in 1996 the FAO member countries pledged to halve the number of hungry people, the reality is that this figure has been increasing year by year, and only in the latter year has increased by about 75 million people, already approaching a billion in the situation of hunger. The promises do not give them to eat.
Needless to pressure the major political and economic decision-makers worldwide to fulfill what they have promised repeatedly. It requires that each one of those people who has their hands in decisions affecting the life or death for millions of human beings to know that our society does not want any more promises, but realities, accomplishments, results. And for that you need you, and you, and he, and I ... we need all those people that we do not like the broken promises, which hurt us hunger and poverty of every human being.
Between 13 and Oct. 17 celebrating the week of mobilization against poverty, and we hold around the world. Multitude of NGOs, social movements, solidarity of people in many places in many countries from all continents will be heard this voice that cries out for fulfillment of promises. Also at many places in the Spanish geography, there are people who committed a multitude of activities being organized to raise awareness and mobilization to make this message resonate: the promises must be fulfilled. Especially we want on the 17th is a day that has a great echo in this claim, and for that we need to all men and women susceptible to this cause to unite our voice with forcefulness and do get this message to world leaders.
On Oct. 17 did not you stay at home; salt into the street and demands the fulfillment of promises. Join all those who believe that the current economic crisis, financial, food and affect in a much more intense to the most vulnerable. Sum your presence and your voice to the clamor of the fight against global poverty. We invite you to participate in the demonstrations against poverty will be in various places in Spain on October 17. In dozens of towns in Spain are organizing activities and demonstrations, you can find information on the web www.rebelatecontralapobreza.org
Each person who is reading this message, to whom you are not indifferent to this reality, I ask your support, your personal commitment, that you have this in your day to day the possibility of exercising your solidarity, and we also ask that the public do this commitment to our society and to world leaders to come to the next street on October 17. The promises are fulfilled, and we must claim.
Jose Maria Medina King
Chairman of the Coordinating Committee of Development NGOs from Spain
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario