domingo, 26 de abril de 2015

SOÑÁNDONOS

Dicen los abórigenes australianos que la realidad que conocemos es un sueño de Dios; afirman los físicos cuánticos que algo (para ellos las párticulas subatómicas, verdaderas semillas de lo tangible) no viene a la existencia hasta que no se le observa por un sujeto externo a ella, mientras tanto permanece en una nube de probabilidad matemática. Dos preguntas me surgen a bote pronto:
1. ¿Quién nos ha observado a nosotros para traernos a la existencia?
2. ¿Soñamos o nos sueñan?
Como decía Calderón, hace ya casi 400 años, "la vida es sueño y los sueños, sueños son." Machado también abordó esta frontera de la existencia y se preguntaba si la propia muerte es también un sueño.

¿Qué es la vida? Un frenesí,
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

CALDERÓN

Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!

ANTONIO MACHADO