sábado, 6 de abril de 2013

RESUCITANDO AL CONCILIO VATICANO II

Estamos en tiempos de Resurrección, de Pascua, de Paso de la muerte a la Vida, en definitiva, de esperanza. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde..., y yo añado que es lo primero que se adquiere; entre otros motivos, porque es un ingrediente necesario para la vida.
Pues es lo que me ha pasado a mí con los primeros gestos que este nuevo Papa ha realizado tras su elección (no olvidemos, que según la fe de muchos creyentes, se debe en última instancia al ES –Espíritu Santo–, se entienda como se quiera entender lo que eso significa en los tiempos que corren): me ha entrado la esperanza de que sea lo suficientemente valiente, se "ponga los machos" y que, con la ayuda del Pueblo de Dios, corra la piedra del sepulcro donde algunos enterraron  a nuestro querido CV2 hace ya más de cuarenta años; para que, cual Lázaro, salga fuera, a la realidad, a la vida, a la luz, y dé mucho fruto.