lunes, 4 de febrero de 2008

EL SECRETO PARA SER MULTIMILLONARIO


Hace ya muchos años, cuando estudiaba eso que se llamaba BUP, leí una frase de un señor ya mayor muy comprometido socialmente que, antes de morir, le comentaba a su hijo: "El que es rico, hijo mío, o es ladrón o hijo de ladrones". Me resultó muy dura en aquél entonces, y me sigue resultando dura hoy, pero si creemos que lo moral y lo legal no siempre van, por desgracia, unidos de la mano, ser ladrón o no no lo dicta una ley sino un comportamiento y, sobre todo una actitud. Cuando la codicia, que no la ambición –como diría Unamuno–, se adueñan de nuestra existencia –la Bolsa es un claro ejemplo de ello–, todo se convierte en especular para obtener réditos a costa de lo que sea y de quien sea.

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