La nueva Ley de Extranjería aprobada en España supone para muchos y muchas inmigrantes la expulsión de un "paraíso" donde hombres y mujeres encuentran cierta armonía y felicidad, o al menos algo con lo que cubrir mínimamente sus necesidades básicas, y todo por el único “pecado” de no tener “papeles”. Magistralmente reflejó Miguel Ángel esta realidad en su pintura sobre la expulsión de Adán y Eva. (Me he permitido manipularla convenientemente para expresar mi denuncia.)
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