No sé si nuestra "ayuda" como países "desarrollados" a los países "subdesarrollados" (¡hay que ver cuantas palabras entrecomilladas!) se mueve dentro de la esfera de la hipocresía, el cinismo o la esquizofrenia. Lo realmente lamentable es que la llamada "
ayuda oficial al desarrollo", en la gran mayoría de los casos, beneficia más a los donantes (sobre todo cuando se hace bajo ciertas condiciones prestatarias) que a los receptores.
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