martes, 4 de noviembre de 2008

CARMEN PARÍS, JOTERA.


“La jota es contemporánea” “Me echaron del conservatorio por heterodoxa”
Carmen París está que se sale. La pillamos en medio de una ronda de entrevistas, después de haber tenido un exitazo con su concierto en la veraniega Expo del Agua zaragozana y preparándose para cerrar las fiestas del Pilar con otra multitudinaria actuación. Continúa de gira con tercer disco, una propuesta centrada en la mezcla de folklore aragonés y música cubana, aunque con muchas sorpresas dentro de él: Incubando. (Es lo que tiene ser artista: en vez de incubar virus, incubas canciones).Se ríe en muchas ocasiones durante la entrevista. Tanto, que renunciamos a transcribirlas, pues nos quedaríamos sin espacio para sus declaraciones. Aunque no suscribe la palabra revolución, asegura que está “en las trincheras” de la cultura. Y, desde luego, uno juraría que es una guerrillera de armas tomar.

-En algún sitio he leído que usted aspira a hacer la revolución de la jota.
-No, qué va. La jota se ha revolucionado por su cuenta. Lo único que he pretendido es, con cariño, mostrar que la música popular aragonesa podía ser también contemporánea y fusionarse con otros ritmos.
-Esto de la jota-fusión, ¿no será flor de un día?
-No. Yo llevo toda la vida dedicada a la música. He hecho de todo: orquestas, jazz, acompañamiento a grupos de títeres… Me he estado preparando y acumulando experiencia hasta que he sentido que podía aportar algo nuevo y personal.
-Lo que poca gente sabe es que usted nació en Tarragona. ¿Por qué se dedicó a la jota y no a la sardana?
-Nacer en Tarragona fue algo circunstancial. Mi padre es del Bajo Aragón y mi madre de Cuenca, se conocieron allí y yo nací allí. Pero cuando tenía seis años nos mudamos a Tolosa y poco después a Utebo, cerca de Zaragoza, en donde crecí. En cuanto a lo de la sardana… He tenido tentaciones, pero he pensado que ya habrá gente allí que lo haga.
-Su primer disco se titulaba Pa´mi genio. ¿Es usted una mujer de armas tomar?
-Hombre… Sí. No es que tenga mal genio, pero tengo mi carácter. Aunque a veces también me dejo comer algo el terreno y lo tengo que recuperar en la letra de una canción.
-Pues usted enfadada, con su altura y con todo ese pelo que gasta, debe impresionar.
-Creo que... En fin, eso es algo que sucede muy pocas veces.
-Su concierto fue uno de los más celebrados de la Expo y ahora cierra las fiestas del Pilar. ¿Se siente profeta en su tierra?
-Sí, la verdad. Desde el primer disco. También es cierto que me tuve que ir fuera para que me empezaran a valorar.
-Para Labordeta era “polvo, niebla, viento y sol”. Para usted, ¿qué es Aragón?
-Un poco lo mismo. Es, sobre todo, una tierra de contrastes. A un lado está la nobleza de corazón. Al otro, el escepticismo y el individualismo que hace pocas veces nos unamos para conseguir cosas.
-Agustina de Aragón, la Dolores y Carmen París. ¿Cuál de las tres representa mejor la esencia de Aragón?
-No lo sé. Tal vez Agustina, que también vino de Cataluña. A veces pienso que soy una Agustina moderna que dispara canciones en lugar de cañones.
-Veo que se siente cómoda formando parte de esta trinidad.
-Me sienta como anillo al dedo. De hecho, en el desfile de carrozas que abrió las fiestas del Pilar me propusieron salir disfrazada de Agustina de Aragón y allí que fui. Lo que pasa que llevaba una tea empapada en gasolina y casi termino como Juana de Arco. Afortunadamente, la Virgen del Pilar no quiso que fuese así.
-Usted estudio en el conservatorio. ¿Qué le dicen sus antiguos profesores acerca de esa manía de mezclar músicas, ellos que suelen ser tan seriecitos con sus partituras?
-Alguno me confiesa que cree que se equivocaron cuando me echaron.
-¿La echaron del conservatorio?
-Sí. Cuando hacía octavo de piano y segundo de canto. Era muy heterodoxa: cantaba jazz, boleros…
-Suena como a la historia de Einstein, que en el instituto le suspendían en matemáticas.
-Puede ser. Lo que pasa que yo creo que, luego, a Einstein las cuentas se las hacía su mujer.
-Ahora le ha dado por Cuba. ¿Se lo ha pegado Santiago Auserón?
-Bueno, Santiago ha sido un ejemplo. Pero yo vengo colaborando con músicos cubanos en Zaragoza desde hace muchos años. Por ejemplo, mi amiga Luzmila Mercerón, cuyo abuelo Mariano está considerado el padre del danzón.
-¿Qué tienen que ver La Habana y El Pilar, aparte del uso del artículo?
-Muchísimo. Hay un vínculo muy antiguo. Para empezar, la jota es una gran influencia en la música cubana, que es una mezcla de folklore español y ritmo africano.
-La música combinará, pero el baile… No me diga que ha conseguido usted combinar los pasos de la jota y la guaracha.
-Reconozco que el baile no es lo mío. Pero no me parece imposible mezclar el tacón-punta y el movimiento sensual de las caderas.
-¿Qué es lo próximo para Carmen París: mezclar la tamborrada de Calanda con la batucada brasileña?
-Me ha leído el pensamiento.

Juan Ignacio Cortés

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué grande es Carmen París!!!!!

España todavia no se ha dado cuenta del tesoro que tiene... para exportación

NANO dijo...

Estoy contigo.